En el
silencio de la noche…
recorriendo
mis adentros,
caminos
inexplorados, oscuros senderos,
hilos de
sangre trenzados,
llenando de
vida mi mente, mi cuerpo,
de muerte mi
corazón tejiendo,
al compás de
mis lamentos.
Heridas
tatuadas en mis venas,
sangre
negra…tinta de acero,
cicatrices
que ya no duelen,
por un amor
que está muerto.
Enterrado en
mis entrañas,
olvidado en
mi cerebro,
censurado en
mi cama,
clausurado
entre mis pechos.
Telas de
araña lo engalanan,
estrangulando
sus deseos,
anhelando
suspiros, añorando recuerdos…
pasión
desmedida, celos incontrolados,
falsos
argumentos e incalculables mentiras,
por un
romance dormido…
entre penas
y alegrías.
Espinas
clavadas evidencian mi mirada,
ojos de
cristal que me delatan,
desconsuelo,
angustia y sonrisas simuladas.
Extraños
sueños rastreo…
bajo la
incertidumbre de la duda,
el sonido
del silencio,
temor al
olvido…pavor a lo fresco.
Como
fantasma encadenado…
alma en pena
sin corazón amado,
muerta en
vida me hallo,
por la falta
de un querer…
que no supo
amarme en el pasado.
Calvario y
tortura en vida,
desconsuelo,
rabia e ira…
un ramo
negro de sentimientos,
me
arrastraron al abismo, a la deriva…
Mi morada el
infierno,
rodeada de
cenizas,
aguardándote
en silencio
para darte la
bienvenida.
Soñando con
tu llegada,
gestando
nuestro encuentro,
no te
faltará de nada,
preparada la
fiesta tengo.
Te
alimentarás de mi venganza,
calmarás tu
sed con mi sangre,
arderás en
mi cuerpo,
yacerás
entre puñales.
Ahondaré en
tus heridas,
¡que corran
ríos de sangre!
así sabrás
lo que un día…
sufrió tu
fiel y entregada amante.
Reiré con
tus sollozos,
bailaré con
tus lamentos
me vestiré
con tus despojos,
tu sangre
nutrirá mi cuerpo.
En el
silencio de la noche,
recorriendo
mis adentros…
siento vida
en mi alma
al saber que
tú estás muerto.
Mi venganza
cumplida,
realizados
mis sueños
suturadas
mis heridas,
latiendo mi
corazón de nuevo,
por un amor
que sí estima…
lo que soy y
lo que siento.
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