DESDE LA MUERTE
Gélida
niebla es mi dueña,
oculta
en mi corazón,
tornándome
el alma en sombra,
transformando
mi interior.
Mi
ánimo es sufrimiento,
bloqueo
mi mente, y siento,
que
mi única salida,
está
en esta habitación.
Paredes
sucias y oscuras,
desconchadas
y con huellas,
proyectadas
por mi alma,
que
ahora está impregnada en ellas.
Negras
son... como mi mente,
sucias...
como mi alma inerte,
Estoy
solo y pienso en ti,
perdido
por no tenerte,
añorando
no estar muerto,
y
poder volver a verte.
Siete
meses ya enjaulado,
dos
años pasé a tu lado,
hasta
sentirme empachado,
de
ese amor envenenado.
La
hoja segó tu cuello,
y
a mi corazón, cegado,
arrancándome
de un mundo,
que
ahora intuyo desolado.
Enterrado
vivo estoy,
en
mi cosmos nauseabundo,
sin
luz, sin aire,
y
sin ti.
Contigo
a cada segundo.
Niebla...
solamente
niebla.
Sólo
angustia.
Sólo...
solo...
tu
voz resuena en mi mente,
cuánto
me amabas,
decías...
tu
voz... zozobrado trueno,
que
me angustia en estos días.
Tu
muerta imagen me viene,
en
su volátil sudario,
arropándome
de noche,
llevándome
a tu calvario.
Oscura
y fría me abrazas,
me
susurras al oído,
cuanto
te amo, me dices,
ven
conmigo, amado mío.
El
jergón funde sus hierros,
desnudos
contra mi carne,
ya
somos parte de un todo,
hasta
que puedas llevarme.
Ocho
días sin moverme,
y
en tres minutos se acaba,
la
vida que terminó,
cuando
ese filo sangraba.
Perdóname,
pues, mi amada,
sé
que estás ansiosa y fría,
oscura
en tu maldición,
repitiendo
tu llamada.
Compartimos
este infierno,
que
en vida nunca supimos,
compartiremos
el hielo,
que
transmutará mi anhelo,
en
esperanza truncada,
de
volver a ver el cielo.
Suave
es el roce en mis venas,
y
de la hoja el calor,
la
suavidad de tus manos,
me
acarician con ardor,
desgarrando
así mi carne,
con
sangre pago mi pena,
pronto
estaremos unidos,
en
la noche más eterna.
Niebla...
Ahora
acogedora,
noche
sin alma, me espera,
acercándome
al final,
siento
mi vida marchar...
...a borbotones, mi amor,
con
cada gota de sangre,
hasta
el último estertor.
Desde
la muerte estaremos,
unidos
por el dolor.
Precioso.., muy bueno!!!, :)
ResponderEliminarMe parece una auténtica pasada. Es que lo leo y miro la ilustración y es la fusión perfecta. Una gozada.
ResponderEliminarNiebla...
ResponderEliminarsolamente niebla.
Sólo angustia.
Sólo... solo...
tu voz resuena en mi mente,
cuánto me amabas,
decías...
tu voz... zozobrado trueno,
que me angustia en estos días.
Este trozo no puedo dejar de leerlo una y otra vez. Me tiene hipnotizada...
Gracias por vuestros comentarios, me llenan mucho, ya que desde la muerte...digoooo...desde la ilusión y la humildad escribo, y una palabra de aliento en mi páramo es el viento.
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