viernes, 22 de marzo de 2013

LA ENTREBESTIA ABSURDA: DAVID RUIZ DEL PORTAL

David Ruiz del Portal.

David Ruiz del Portal nace en Madrid en la época de los ‘70. Quizás, tal vez por firmar con el diablo un pacto secreto o beber de la fuente de eterna juventud, Del Portal, como así le conocen artísticamente, se mantiene joven y pletórico. Quién le conoce lo comenta; ¿es que no envejece este tío? Lo cierto es que a él le da lo mismo aparentar la edad de un crío, esta virtud la utiliza para exprimir eternas horas en crear y escribir relatos de todo tipo. Horas y horas de trabajo, días y días seguidos de letras. David, escondido en su “Batcueva”, alejado del mundanal ruido y en penumbras para invitar a las musas más vergonzosas, expande su mente abriéndola a todo tipo de conocimiento. Como un extraño chamán, ofuscado en dantesco ritual, Del Portal se mete de lleno en el argumento escogido, creando así historias tan complejas y extrañas como aquella que editó el pasado año: La revelación. Obra, no exenta de polémica, muy acorde con nuestro querido FanZine apocalíptico. 

   Las siniestras musas que rondan su mente no sólo le invitan a crear aventuras donde nuestro insignificante planeta sucumbe, sino que le inspiran a imaginar cuentos, relatos juveniles e historias de aventuras para cualquier edad y gusto: Desde héroes con espada y escudo, hasta niños que emulan ser magos muy al estilo Harry Potter. Cabe reseñar sus próximos lanzamientos; una trilogía de pútridos Zombis con muy mala leche, y un libro-juego inspirado en leyendas Eslavas. ¿No hay que estar muy perjudicado de la cabeza para idear todo esto…?

   Del Portal es eso, un hervidero de ideas de lo más peculiar; un tío amable y cercano, sencillo, pero retenedor de un extraño poder el cual se le presenta cada madrugada a pie de cama para jorobarle el sueño. ¿Cuál es ese conjuro? ¿De qué artefacto mágico hablamos? De la imaginación, esa que hace a todo artista diferente, extraño y carismático. David es, como nuestra entrevista, un poco loco en muchas cosas, pero eso sí, de imaginación anda sobrado. Démosle una oportunidad para darse a conocer tal cual es. 

   Adelante pues para sacar los colores a nuestro colaborador de FanZine: David Ruiz del Portal



¿Drogadicto o teleadicto?

Ni una cosa ni la otra. Aunque parezca trola me encantan los documentales de la 2. Sólo enciendo la tele para eso y para jugar a la Wii. Las drogas… las drogas no puedo usarlas. Imaginaos lo que haría mi perturbada mente en tal estado. No quiero saber qué historias nacerían tras haber fumado algo extraño. (Risas de la buena)

¿San Valentín o San Cucufato?

Ni San Valentín ni San Cucufato… Ni ningún otro Santo. ¿Es que no os habéis leído mi novela…?

¿Calzón largo o medias rosas?

Salvo aquella vez que me disfracé de mujer (depilado y todo), opto por ir a escape libre. Me incomoda tener al pajarito preso. Salvo lo formal, en casa ando sin nada debajo del pijama. Cuando me siento apretado no me sale ni una letra. Necesito libertad.

¿Qué prefieres, rascarte el reloj o darle cuerda a la oreja?

(Risas). Meterme el dedo en la nariz y soplar a la vez, no veas lo que puede salir del agujero que queda libre. Ya en serio; rascarme el bolsillo, como todos los españoles.

¿Papá o mamá?

Cada cual tiene su encanto. A papá… a papá le perdí hace mucho ya. A mamá la tengo cerca. Cada cual tiene su rincón en mi corazón. Papá me inspiró a la hora de lanzarme a la literatura. Dicen que de una crisis o una etapa dura siempre sale lo mejor de cada artista. Tras la pérdida de mi padre, mi cabeza creó su primera obra seria.

¿Manostijeras o dedos de goma?

Manos pequeñas, dedos cortitos, y un pulso para robar panderetas. Siempre dicen que tengo manos de niña. ¿…? (Más risas)

Más vale primitiva en mano qué…

En mi caso está chunga la cosa. No juego ni apuesto. Soy medio Budista y el juego con perras de por medio no va conmigo. Paso de apostar, pero como soy listo mi mujer juega por mí. Las navidades pasadas nos tocó el tercer premio, no es una coña. Por lo cual me quedo con primitiva en mano que pájaros volando… ¿se dice así, no?

¿Arte o forrarte?

Arte… y forrarme. Lo malo que en este país, al paso que vamos, ni arte ni forrarse. Al contrario, cada vez más pobreza y más incoherencia. El arte… no sé… nos lo quitarán a este paso si no nos ponemos en pie ya mismo. Lo de forrarse queda para la gente que cobra nómina (una carcajada, esta vez irónica). Si tengo que responder seriamente mis principios son más sencillos. La felicidad que me da el mostrar mi arte es suficiente. No cambio nada de esto por unos eurillos.

¿Chuleta o chuletón?

Toma nota de la anterior pregunta: no tengo nómina. Así que pollo y conejo. Y la mayoría de las veces, pasta y arroz, como todo hijo de vecino. El chuletón lo dejo para cuando sea más importante, cuando me cruce con algún político y me reconozca: ¡Hey, mira! por ahí va el escritor ese tan famoso… vamos a invitarle a comer, podemos permitírnoslo.

¿Sol o sombra?

Soy como los vampiros. Me quemo rápido al sol. Tengo la piel tan blanca que parece que voy embadurnado en polvos de talco. Tengo el sol prohibido, al igual que entrar en las iglesias, que cuando lo hago me quemo. Así que me quedo con la sombra. El sol lo reservo para las vacaciones; con una crema factor 3.000 y siempre buceando, nada de tumbarme en la playa. Las tardes lluviosas y oscuras me molan mucho, me inspiran. Un café caliente… la pantalla frente a mí… Sombra, sombra, sombra. Sin duda alguna.

¿Ergonomía o economía?

¿Cualo…? No, ya en serio, ergonomía. Necesitamos mantener la balanza equilibrada. Mantener al hombre y a la máquina, junto al entorno, en perfecta sintonía. Así, y sólo así, la economía será factible y justa para todo el mundo. De hecho el universo entero se rige por el equilibrio, solamente el ser humano quiere romper esa paz. Así ocurre… todo se va al garete porque unos pocos quieren lo máximo posible y a otros muchos no les queda nada. La naturaleza es más inteligente: es una línea perfecta. El ser humano en vez de habituarse al entorno para que todo esté bien, se lo carga, lo maneja a su antojo y desequilibra la balanza natural.

¿Mano rala o mano rota?

(Carcajada). Qué preguntas madre mía… No soy mano rota, pero me doy mis caprichos. Salvo la muñeca izquierda, que me la rompí a los trece años. Por ese detalle no me admitieron en las fuerzas aéreas. Me quedé sin ser piloto. Era eso o escribir sandeces en entrevistas absurdas… Me tuve que conformar con lo último.

¿Sota, caballo o rey?

Me gusta más el juego del Uno. Es más sencillo que la baraja española. De verdad; me encanta variar el esquema, no soy tipo de seguir las pautas y las líneas. Hoy por aquí… mañana por allí… Hoy escribo así y hablo de esto, y mañana escribo “asá” y hablo de aquello. No quiero encajarme, por lo cual soy de Sota, mañana caballo, y pasado, quizá, de Poker. No quiero mantenerme en un punto, enfoco la vida desde varios prismas diferentes. Ahora, ya jugando un poco… prefiero la baraja en la cual se dibuja el caballo. La del rey nunca me gustó. Me indigna comprobar como esa carta domina a los demás por la jeta.

¿De la mar el mero o de la tierra el cordero?

¿Tiene trampa esta pregunta…? ¿Quién coñe ha ideado todo esto…? La verdad… me mola más la carne. Cuanto más cruda mejor. Con su sangre desbordando… mmmmmm… Una vez intenté ser vegetariano y por poco lo logro… (Risas, risas, risas).

¿La virgen del puño o la virgen del moño?

Jesús… qué miedo me dais. Me imagino a la Virgen con kimono, cinturón negro y repartiendo leches a los romanos en época de Cristo… me meo encima, vamos… No. Me gusta más una mujer bien peinada, no armando gresca por ahí.

¿Tras un cocido madrileño… silbas o toses?

Está claro… al cabo de un rato se escapan los gases. Tío, estás hablando de un cocido…

¿Por Dios o par Diez?

Jesús… la madre… la ostia… ¡me cago en to’! Según el momento y según las ganas. Si debo quedarme con una prefiero ¡por Dios!. No sé, será porque hablo mucho de él en mi libro y siempre se pega algo.

¿Strip poker o mus corrido?

Strip poker. Correr viene después.

¿Más vale vivir de rodillas que morir no editado?

Es a veces, cuando te arrodillas, cuando consigues lo que te propones. Ya en serio; lo suyo es editar, sea de la manera que sea. Editar, autoeditar, coeditar. Eludir a los estafadores es primordial, desde luego, pero autoeditar no significa acabar estafado. Puede ser un paso al siguiente escalón. La gente desea tener sus obras en cualquier stand o punto de venta, pero cierto es que la cosa está muy difícil. Cuando tienes una historia y deseas mostrarla al mundo, lo mejor es ir con paso prudente. Pero llega el momento en que la cuesta se hace muy para arriba. Te cierran puertas. El final es uno, los caminos varios. Cada cual que elija su manera de alcanzar el éxito. Puedes editar sin arrodillarte. Puedes lograr lo que desees siendo bueno en esto y optando por cualquier opción. Depende de cada uno y de las circunstancias. En mi caso hice de todo; edité y seré editado pero todavía no me conoce ni el Tato. Aprendes según vas caminando, los errores son normales, y bajo mi punto de vista, esenciales para crecer. Esto es como los bancos: puedes pedir un crédito y firmar un montón de folios con cláusulas extrañas. Tendrás tu piso, sí, pero te dirán cómo y cuándo devolver el dinero. Si tienes pelas, puedes hacer la casa a tu antojo y pagar a los albañiles acordando tú mismo el contrato. Te gastas muchos euros pero la haces a tu gusto. Con esto de las letras es igual. Ambas opciones son acertadas y correctas, siempre y cuando no te engañen en ninguna de ellas. Animo a todos los que tengan cosas que contar para que luchen por mostrarlas al mundo. Uno no puede quedarse para sí todo su mundo. Es algo muy bonito y gratificante contar historias, y un escritor debe presentarlas a sus semejantes sin sentir miedo o vergüenza. Siempre, y recalco esto, existe alguien en el mundo al que le gusta tu forma de escribir.

¿Cabeza de ratón o cola de lechón?

Siguiente pregunta… (Carcajada) ¿Qué leches es esto…?

Entró en la corsetería para comprar…

Suelo hacerlo a menudo. Para reyes siempre cae algo sexy para mi mujer. Soy muy goloso. La última vez que entré en una corsetería fue para vender a la dependiente mi libro. Salí con un conjunto muy chulo… pero conseguí enchufarle un ejemplar de La revelación a la chica. Ojo, los sujetadores, insisto, no eran para mí. Que quede claro esto. (Risas).
 

jueves, 21 de marzo de 2013

LOS PÁJAROS NEGROS

Ilustración: Carlos Rodón Mondet

--------- o --------- 

PARA ACOMPAÑAR LA LECTURA
de la CANCION DE SAN PASCUALITO REY SOBRE PAJAROS NEGROS 

Abrázame, no pasó nada 
Apriétame, siente mi sombra 
soy tu escondite, ya no estás sola 
Ya no más pájaros negros 
 ya no más sueños despiertos 
aquí estoy, corazón ...


--------- o ---------

Todos saben que a los vampiros nos encanta el cátchup, solo o mezclado con mayonesa. Y mojar pan en él y aclarar el gaznate con ingentes volúmenes de bloody mary. A falta de sangre fresca buena es la salsa de tomate...

De vez en cuando hacemos orgías porno-vampíricas en las que se llena una bañera de mayonesa, se añaden unos cuantos botes de cátchup y, con grandes cantidades de pan, nos metemos desnudos, dispuestos a hacer una "guerra de barquitos". Acompañamos la batalla con vasos largos llenos de bloody mary helado... Bueno, ya sabemos que, en cuestión de orgías y de porno, los vampiros somos muy cándidos y limitados.

Tras una de esas orgías, a cuatro amigos míos se les hizo tarde, ya que llegaron las doce de la noche y ellos seguían enfrascados en la diversión, por lo que se convirtieron en esos simpáticos pajarillos -realmente, siniestros mamiferillos- de color oscuro y que gustan de morder yugulares. Total, que salieron apresuradamente volando de la bañera, tal como estaban, y se fueron en busca de sabrosos cuellos de doncellas del lugar. 

Esa noche los lugareños que en la madrugada, imprudentemente, seguían deambulando por las calles del pueblo, vieron cuatro extraños seres voladores de color "rosa grasiento", con las comisuras de los labios chorreando un viscoso líquido rojizo y emitiendo risitas histéricas desconcertantes... Los más necios decían:

     -Mira, unos flamencos revoloteando a estas horas...

Algunos, por experiencia, sabían que eran "Los Pájaros Negros", que no eran precisamente un grupo musical. En aquel pueblo les llamaban pájaros, porque volaban haciendo mucho ruido, como una bandada de patos borrachos, y negros porque parecían de ese color. Aquella noche eran negros, únicamente, por dentro. Y eso desconcertó a muchos.

Mis amigos volvieron a casa justo antes de salir el sol, entre cánticos, risotadas y goterones de grasa anaranjados. Cantaban:

     -¡A miiii me guuusta el pipiribipipi, de laaaaaaaa botaaaa empiná parabapapa. Con el pipiribipipi, con el paparabapapa; al que noooooo le guuuuuste el cátchup es un animal, es un animal!

La policía estuvo bastante ocupada al día siguiente. Aparecieron tres pueblerinos sin una gota de sangre, con una pajita con brillantes adornos encastrada en el cuello y embadurnados de cátchup y mayonesa. Gracias a la información proporcionada por numerosos testigos, en el informe se puso como causa de la muerte: Los Pájaros Negros. 

Fue la primera vez que ocurrieron estos sangrientos y  luctuosos hechos pero, no la última...

EL VIOLINISTA

Ilustración: Fran Córdoba · www.francordobaart.com · ilustrador@francordobart.com

EL VIOLINISTA
Maribel Pardo Velasco 

¿Dónde estoy? Está muy oscuro y hace frío... Junté mis manos y soplé sobre ellas para darme calor. No funcionó, mi propio aliento estaba frío. Llevaba... ¿era esto un pijama? Sí, es azul y de estrellitas. Intenté vislumbrar algo, pero todo estaba muy oscuro, así que me levanté y sacudí mi pantalón. Tierra, estaba pisando tierra húmeda, el césped hacía cosquillas en mis pies desnudos.
Algo no está bien. El ambiente era desalentador, todo estaba silencioso y no podía distinguir ninguna luz. Un momento, ¿qué es eso? Un sonido llegó hasta mis oídos traído por el viento. Era algo que sonaba mal, una cuerda mal afinada o alguien que no sabía tocar. Empecé a caminar hacia aquel sonido y descubrí que mis piernas estaban entumecidas, apenas me respondían. ¿Tanto tiempo he estado allí sentada? Los pelos de mi nuca se erizaron, era como una advertencia, pero advertencia ¿de qué? Miedo, el miedo inundó todo mi cuerpo como si fuera la sangre que es bombeada por el corazón.
Algo rozó mis pies, niebla, niebla que parecía tener vida propia. Gemí, y un grito se ahogó en mi garganta cuando empecé a correr. No me cansaba, era como si no llegase a sentir parte de mí ser, pero sufría y temía. Era consciente de mis limitaciones. La música seguía sonando, esta vez con más fuerza, era un impulso, una necesidad el llegar a ella.
Estaba sintiendo el miedo y la ansiedad a la vez. Algo me perseguía, había algo malo y cruel allí que se apoderaría de mí si la niebla me alcanzaba. Simplemente, lo sé. Corrí, intentaba hacerlo más rápido, más rápido, más rápido, mi mente me apremiaba a ello. Algo se interpuso en mi camino, tropecé con ello y caí al suelo. Me tenía, sabía que me tenía. No me quedaba ni un mísero segundo y... la luna llena se abrió paso entre las nubes. No sabía por qué, pero era consciente de que había ganado algo de tiempo, la niebla había retrocedido como si nunca hubiese estado allí. Miré debajo de mí y mis ojos se fijaron en aquello con lo que había tropezado. ¡Es una lápida! ¡Estoy tendida encima de una tumba!
Eso no hizo más que acrecentar mi miedo, yo no debería estar aquí, ¿y mamá? ¿Y mi casa? Eché a correr y la música volvió a llenar mis oídos haciéndose fuerte por el eco. No había parado, pero volvía a ser consciente de ella y supe reconocerla; era un violín, aún no pude identificar la melodía porque sonaba como si estuviesen serrando o rayando las cuerdas. No era como escuchar a un auténtico músico tocando el violín.
Estaba en un cementerio, conforme corría, más tumbas y lápidas se sucedían ante mis ojos. Doblé una esquina y lo vi. Tenía una gabardina oscura y una bufanda gris alrededor del cuello. Su cabello era castaño oscuro y estaba recogido en una coleta. Era atrayente y se hallaba sentado con los ojos cerrados sobre una lápida. Su postura demostraba despreocupación y sencillez y elegancia a la vez. Era aquella mezcla tan extraña lo que resultaba atrayente. Sólo quería volver a casa, mis ojos se humedecieron. Él era mi casa.
De pronto sus ojos se abrieron y se fijaron en mí. Eran rojos, rojos oscuros como los de un depredador que se sabe sin rival. Dejó de tocar y sostuvo con una mano el arco y con la otra el violín mientras apoyaba los codos en sus rodillas. Sonrió a la vez que sus ojos se estiraban suavemente hacia los lados, demostrando así cuán depredador podía ser.
– Hola pequeña – Me saludó con su voz que era como un arrullo – ¿Qué puedes hacer por mí?
Había un brillo de tristeza y curiosidad en su mirada. Vislumbré la sombra de un niño del que él no parecía ser consciente, y quise calmarlo. No dije nada, simplemente me acerqué andando lentamente y le quité el violín y el arco. Aquel movimiento le sorprendió y le hizo tensarse. Apoyé el violín en mi hombro y coloqué la barbilla sobre él, a la vez que me hice la indiferente hacia su postura. Empecé a tocar, una melodía suave, concisa, clara como el fluir de un río que no prometía más que paz y tranquilidad, la posibilidad de abrazarte a ti mismo. Le miré, parecía absorto en mi música, más cuando sintió mi mirada, se volvió y fijó su vista en mí mientras me dedicaba una sonrisa. Ha vuelto, aquel niño ha vuelto.
Unos aplausos me distrajeron. Dejé de tocar cuando vislumbré alguien entre nosotros. Cruel, aquella palabra vino a mi mente antes de que terminara de girarme para poder verle mejor. La luna ya no nos alumbraba y él era el resultado de aquello, la sombra.
– Bravo Valentín,  la has encontrado – Su voz era completamente distinta a la de Valentín, era cargada, cortante, lenta y arrastraba muerte y soledad. Valentín, sí, ese era su nombre. – Pero, ¿no es un poco triste que la vayas a perder ahora? – La frase casi terminó en un rugido, era una amenaza implícita.
La sombra se dejó ver a la vez que se relamía los colmillos. Tenía unos ojos saltones, alocados, que se movían sin descanso observándolo todo. Estaba ansioso y nervioso, era un sádico sin compasión que daba pequeños brincos de impaciencia. Su cabello era corto y negro, sus ojos de un rojo más brillante y llamativo que el de Valentín. Llevaba una camiseta de los Bulls de Chicago, y unos pantalones negros que se ajustaban en su cintura y se soltaban después.
– Fernando, debí pensar que serías tú quien intentó apartarla del camino – dijo Valentín como si estuvieran comentando el tiempo a la vez que se levantaba de la lápida y se colocaba a mi lado.
– Está muerta, Valentín – dijo Fernando regodeándose en la palabra muerta – Sabes lo que eso significa.
Mi cuello, me llevé las manos inconscientemente al cuello. Era consciente de cosas que no debería saber.
– Sí, eso pequeña – dijo imitando el apelativo con el que me había nombrado anteriormente – Te prometo que no te dolerá, al menos no demasiado.
Estaba segura de que su concepto de demasiado no era el mismo que el mío, casi podía verlo regodeándose con mi muerte.
– Le arrebataste la vida. Ella puede usurpar tu puesto de acompañante. De hecho, esa música demuestra que ya ha empezado a hacerlo.
Acompañar a los muertos, hacerles olvidar su agonía para que descansen en paz.
– Un muerto. Es un muerto, y adoro el concepto de los humanos de rematar – Fernando volvió a relamerse y avanzó un paso hacia mí.
– Debería haber seguido viviendo. No era su hora, pero la mataste igualmente para hacerme daño.
– No te lo tomes a mal, encontrarás a otra – se burló Fernando.
Valentín le ignoró y continuó hablando:
– Al hacer eso le robaste su destino y le diste el tuyo. – Fernando le miró con miedo y consternación siendo consciente por primera vez de las palabras de Valentín – Creíste que habías venido a matarla. Pues bien, has venido a tu tumba. – Valentín se volvió hacia mí cambiando su expresión de desprecio por una de infinita ternura. – Toca, mi pequeña, toca y quédate junto a mí.
La melodía volvió a surgir de mi violín, la luna volvió a abrirse paso entre las nubes y la cara de Fernando perdió toda expresión a la vez que se consumía en una tumba como si nunca hubiese existido.
Dejé de tocar cuando noté que alguien me agarraba del pijama desde abajo.
– Perdóname mi pequeña. Perdóname por favor – suplicó con lágrimas en sus ojos – yo no debería haberme enamorado, ese es mi sino. Tú todavía estarías viva, Fernando no se habría fijado en ti.
– Te perdono – le dije abrazándole. No soportaba verle sufrir, le quería. Más que eso, le amaba.
– Gracias, Ana – la tumba se ocupó de él y desapareció como si nunca hubiese estado allí, exactamente igual que le había pasado antes a Fernando.
Las lágrimas se derramaron por mis ojos sin contención y grité hasta quedarme, literalmente, sin voz. Raspé toda la garganta hasta que no pude emitir ningún sonido con el que mitigar mi dolor. Sola, la eternidad sola, velando a aquellos que no pueden dormir por su sufrimiento, mientras nadie vela por el mío.

lunes, 18 de marzo de 2013

LA RESEÑA: COLEGIO Z ALA ESTE

IGNACIO MALLÉN LAFUENTE: Nació en Teruel el 3 de noviembre de 1984. Trabaja como programador informático y en es en su tiempo libre cuando se dedica a escribir relatos de terror y de ciencia-ficción.
Uno de sus primeros cuentos, “Caja una Caja”, fue publicado en el 3º número de la revista REDES. “Colegio Z Ala-Este” ganó el National Novel Month de 2011 y es ahora en 2013 cuando ha visto la luz su publicación en la editorial BUBOK.


SINOPSIS: Los alumnos del Colegio Privado “Siete de noviembre” deberán luchar por su vida, pero no contra los zombis que les rodea sino contra sí mismos.

RESEÑA:
¿Cómo se comportarían nuestros hijos en caso de sobrevivir a un Apocalipsis Zombi?

Ignacio Mallén nos invita a vivir una situación límite de pánico desde la página uno de su novela. Utilizando el ya clásico tema de un ataque zombi por contagio de un virus, y sin entrar en detalles, nos sumerge en una vorágine de duros y crueles acontecimientos donde unos adolescentes acostumbrados a vivir rodeados de lujos, son testigos de las muertes más atroces, de los accidentes más estúpidos, de traiciones y de locuras.

No es tanto el problema de los zombis lo que se narra en esta historia, sino las luchas internas de unos críos que desean ser los más importantes en la escuela, los reyes del mambo y convertirse en los líderes de una pandilla de compañeros de escuela malcriados. Ellos no captan el peligro real que les acecha, lo viven como un juego de patio de recreo, no piensan más allá del siguiente minuto y el Apocalipsis Zombi pasa rápidamente a un segundo plano tanto para los personajes como para el propio lector, que en algún momento llega incluso a olvidar que en el exterior del colegio ha llegado el fin del mundo.

Es entonces cuando sentimos el verdadero terror que nos quiere transmitir el autor y que va impregnando cada página de la novela. En una situación caótica, Ignacio Mallén es capaz de sacar a relucir los peores instintos del ser humano.

Solo he echado de menos una cosa: las descripciones. Son escasas y me costaba imaginar el escenario y a los personajes. Pero en general es una buena novela, entretenida y que te lleva a sentir un desagradable estado de mal humor. Conforme avanza la historia, la calidad de la intriga va “in crecendo”.

OPINIÓN PERSONAL: La novela se lee rápida, es entretenida y, mientras la leía, solo un pensamiento pasaba por mi mente: me apetecía que todos esos adolescentes egoístas,  engreídos y perversos murieran a manos de los zombis lo más rápido posible.


Ana Vivancos

P.A.N. Z. Cap. 1_segunda parte







sábado, 16 de marzo de 2013

HUMANO 702.8

Ilustración: Carlos Rodón

Zeus despertó sobresaltado con la llegada del nuevo día. Se estiró lentamente, carraspeó un poco y sonrió al girar la cabeza y ver junto a él a la hermosa ninfa Calisto.
Ella seguía dormida cuando él comenzó a tocarle la cara. Tenía que tener cuidado para que Hera no la descubriera demasiado rápido, pero, por lo demás, se relamía al recordar la noche de pasión que habían pasado.
Calisto despertó en ese instante y le miró con cara picarona.
- Buenos días, grandullón.
- Hola Preciosa.
- Uhm... he tenido un sueño... - dijo mientras se llevaba un pequeño mechón de cabello a la boca - delicioso.
- ¿Me lo cuentas? - la profunda voz de Zeus se volvía casi un arrullo cuando amanecía junto a alguna de sus bellas acompañantes.
- No sé... si te lo cuento, no se cumplirá – rezongó Calisto acariciándole la pantorrilla con sus pies.
Zeus se incorporó un poco y comenzó a hacerle cosquillas. Las risas revolotearon por todo el Olimpo. Hera iba a oírles, pensó Zeus.
- Sshhhhhhiiiiiiiiissssss venga, no seas tontorrona... que soy Zeus. Sea lo que sea, puedo concedértelo.
- Uhm... qué tentador - Calisto sonrió a Zeus y, poniendo la voz más dulce y embaucadora que pudo, le dijo – he soñado que creábamos un ser bondadoso y feliz.
- JA JA JA ¡qué complicado!, ¿no? - y atrayéndola hacia él, continuó - podemos probar...
No salieron de la cama durante todo el día. Hicieron un repaso de todo el repertorio de posiciones amorosas que podrían pasar por la mente de cualquiera. El resultado positivo fue que 9 meses más tarde Calisto dio a luz a Arcas. El resultado negativo fue que Hera se enteró y condenó a Calisto a ser una tremenda osa tras el alumbramiento. Zeus, tratando de salvar la vida de Arcas, lo envió a la Tierra como hijo de un joven matrimonio que celebraba su luna de miel en Honolulú. Evidentemente, los padres de Arcas nunca supieron de toda esta intriga divina y, para ellos, todo fue de lo más normal.
Desde pequeño, Arcas destacó y sorprendió por su bondad. Cuando los niños se metían con el gafotas de la clase, él lo defendía. Cuando otros arrancaban las antenas a las hormigas para que se enzarzaran en duras peleas o las quemaban con lupas, él las alimentaba con migas de su merienda. Cuando unos se gastaban su dinero en chuches, él ahorraba y le compraba un bocadillo al mendigo del barrio. Y así fue creciendo sano, fuerte y feliz. Cuando tuvo que elegir la carrera universitaria, se lanzó de cabeza al Trabajo Social. Esto le permitió trabajar estrechamente con colectivos marginados y, lo que más le gustaba y llenaba, ayudar al prójimo.
En cuanto consiguió juntar algo de dinero, montó un comedor para gente sin recursos. La ayuda la conseguía de subvenciones y de una web “mercadillo” que montó por Internet.
Y así llegó el día en que...

------ o ------

En el laboratorio 3 del asteroide 121 Hermione, el Doctor Samuel Doce acaba de dar por finalizado su informe. Lleva varios lustros estudiando al ser humano y hasta ahora no había considerado que jugasen con fuego. Sin embargo, en la última versión Humano 702.8, su sensación ha virado completamente de rumbo. Han sustituido la fimbria del hipocampo por un conjunto de células que parecen devorar todo tipo de sentimiento piadoso o benévolo. El resultado ha sido un ser humano que disfruta con cada conducta destructiva llevada a cabo.
En la primera prueba, le dieron un pequeño mamífero suave y, teóricamente, atractivo a su vista. Inicialmente, el sujeto lo tomó entre sus brazos y lo acunó tiernamente (lo que les hizo pensar que todo había sido un fracaso). El mamífero dio señales de estar a gusto y confiado y, justo en ese instante, 702.8 le retorció despacio el cuello entre sus manos, sin dejar de mirarlo fijamente a los ojos, hasta que dejó de respirar.
En la segunda prueba, descubrieron que el nivel de supervivencia había descendido por debajo del nivel de autosatisfacción. Fingieron un ataque al laboratorio. El sujeto no trató de salvarse, sino que, aprovechando el caos reinante, mató a todos los científicos (clones sin valor alguno) y cada muerte ocasionada, le generó un orgasmo de placer.
Hicieron más pruebas con esta versión, perdiendo incluso algunos ejemplares en el intento. Siempre llegaban a la conclusión de que todos sus actos iban encaminados a la autosatisfacción por encima de todo.
Samuel se sentía expectante. Habían dado con la naturaleza puramente destructiva del ser humano y, al día siguiente, comenzarían la prueba de carga. Tenían un ejemplar cigoto para insertarlo en el núcleo de experimentación 124, también llamado, Tierra. La idea era seguir todo el ciclo de vida del mismo, desde el nacimiento hasta su muerte, y ver su incidencia en el ecosistema terráqueo (en equilibrio desde hacía centenas de años y solo alterado puntualmente).
Durante uno de los periodos de descanso del planeta, inseminaron a una hembra humana con el cigoto y esperaron.
Desde el principio, el ejemplar de humano 702.8 dio muestras de no menos del 69% de su potencial destructivo. El embarazo fue complicado y ni siquiera llegó a las 40 semanas de gestación. La hembra humana elegida como madre se suicidó a los pocos meses de dar a luz a una bonita niña a la que llamó Nerea. En la Tierra el hecho se recogió como un accidente fruto de lo que llamaban depresión postparto, pero en el laboratorio tenían claro que el detonante había sido Nerea. Samuel apuntó en sus notas:
“La versión Humano 702.8 en su etapa más temprana es capaz de acabar con la vida de otro ser humano usando simplemente el llanto. El humano materno se vuelve inestable ante ambientes ruidosos, falta de sueño y aislamiento del exterior, llegando a preferir la falta de existencia”
Nerea fue creciendo y cada etapa nueva que comenzaba, estaba marcada por el dolor-placer... el dolor que ocasionaba a los que la rodeaban y el placer que a ella le producía esto. Su padre se había convertido en alcohólico cuando ella tenía unos 3 años. A los 14 le había convertido en amante suyo y, luego, lo maltrató psicológicamente por lo horroroso que resultaba un padre acostándose con su hija.
Samuel apuntó:
“La versión Humano 702.8 no siente apego por sus progenitores, llegando a copular con ellos sin importarle las complicaciones que genéticamente podría producir una descendencia de este tipo”
A los 16 tuvo un novio que terminó muriendo por mezclar drogas con coches. Un accidente, dijeron... pobre Nerea, dijeron...
Samuel apuntó:
“La versión Humano 702.8 es capaz de idear complicados planes de destrucción de un solo objetivo, pudiendo llegar a usar dicha destrucción en su favor”.
Y así llegó el día en que…

------ o ------

- Es curioso el enredo que estás montando – dijo Yeiayel.
- Es divertido, ¿verdad? El otro día estaba curioseando en las distintas dimensiones que tengo a mi cargo y la Tierra se había convertido en algo demasiado predictivo y aburrido. Mira que les tengo cariño, pero chico... qué aburridos que se estaban volviendo – le contestó Vehuiah.
(clack)
- Te toca.
- Uhm... ¿quieres acorralarme aquí o qué? – dijo Yeiayel.
- Ja,ja,ja no estaría mal, pero seguro que no te dejas – comentó Vehuiah - Entonces, ¿te gusta la que se está montando?
- No lo sé. Tiene pinta de que va a acabar mal. Nerea parece muy poderosa. Has metido a los científicos del asteroide 121 Hermione y... no sé... ellos van varios lustros de evolución por delante de los terráqueos. Creo que Arcas no tiene mucho que hacer. Ya sabes que creo que el ser humano es malo por naturaleza - dijo Yeiayel.
(clack)
- Uhm, buena pieza. No empecemos de nuevo con ese tema. Sabes que no me gusta. Arcas tiene sangre divina. Vencerá sin problemas.
- Ja,ja,ja... pero, ¿te estás escuchando? Venga... estaba contigo el día que creaste a Zeus y su Olimpo, ja,ja,ja. Son cuatro mindundis... si supieran lo que les rodea, se les caería el alma al suelo – Yeiayel miraba atentamente la pieza de dominó que tenía su amigo en la mano mientras intentaba distraerle con su cháchara.
(clack)
Vehuiah coge una de sus fichas y cuando la va a colocar levanta la mirada hacia Yeiayel y le dice:
- ¿Quieres que hagamos una apuesta?
(clack)
- ¿Una apuesta? ¿Estás de coña? Ya sabes cómo son los humanos.
- Precisamente por eso. Quiero demostrarte que son buenos por naturaleza.
- Venga ya... si no fuera por varias de tus intervenciones habrían desaparecido hace ya mucho tiempo.
(clack)
- Pequeños accidentes
(clack)
- Ja,ja,ja… ya, claro...
(clack)
- Bien. Si consigo que Nerea haga un acto de bondad infinita, reconocerás que los humanos son buenos por naturaleza y no volveremos a tocar este tema. Y si tú consigues que Arcas saque a relucir su verdadera naturaleza (según tú, malvada), ganarás tú... ¿qué quieres a cambio?
(clack)
- Mierda, no puedo poner ficha - Yeiayel lleva perdiendo en la última ronda toda la eternidad frente a Vehuiah - Si gano yo, empezaré todas las partidas de dominó.
- Trato hecho. Aunque perderás igualmente ja,ja,ja.
Vehuiah y Yeiayel se ponen de pie y se dan un apretón de manos para cerrar el trato.
- Ya veremos - dice Yeiayel.
- Mi última pieza, amigo. Gano.
(clack)

------ o ------

Arcas se levantó a las 6:15 de la mañana, como hacía todos los días de diario desde hacía 10 años. Se vistió con su chándal y se dispuso a revisar su agenda del día.
Hoy tenía comprometidas varias visitas:
·      A las 9:00, ir al asilo a charlar un rato con Ramón, que llevará despierto desde las 4:00 de la mañana.
·      A las 12:00, a la Iglesia de San Camilo para recoger las donaciones de comida y ropa mensual de los feligreses.
·      A las 14:00, a servir comidas en el comedor. Hoy es lunes, y los lunes siempre va más gente.
·      A las 17:00 visita al hospital. Hay un nuevo ingreso de un hombre con el espíritu más destrozado que el hígado alcoholizado que lleva dentro (Sergio). Posiblemente no pase de esta noche.
Hacia las 19:00 esperaba estar en casa de nuevo para poder poner al día los temas de la web porque llevaba una semana sin tocarla y tenía pendiente enviar varios mails de agradecimiento y otros tantos de solicitud de ayudas. Total, que desayunó fuerte y, a las 8:30 ya iba camino de su primera cita.
Todo fue más o menos rutinario, todo salvo el encuentro con Sergio. Arcas no se sorprendió de su historia, aunque como siempre, le hizo una muesca más en el corazón. Trató de contagiarle la esperanza y de curar alguna de las heridas que tenía en el alma para que su partida fuera lo más en paz posible. El hombre le contó lo mucho que amaba a su mujer Rocío y cómo esta había muerto trágicamente a los pocos meses de dar a luz. Le contó lo complicado y horrible que había sido la crianza de su hija Nerea, le contó cómo empezó a tontear con la bebida y cómo terminó acostándose con su niña. Arcas lloró por dentro ante cada uno de estos pasos y, al final, abrazó a Sergio mientras este expulsaba su último suspiro.
Fue justo en ese instante cuando una belleza castaña entró por la puerta de la habitación.
- Oh, papá... papá... no... no me dejes...
La chica entró corriendo y se tiró encima de la cama, totalmente arrebatada en lágrimas. Arcas soltó a Sergio al ver cómo la chica se le venía encima como si fuera la ola de un tsunami.
- papá... noooooo... papá
Pasados 15 minutos de lloros y ruegos para que Sergio no la dejara sola, Arcas se dirigió a la chica.
- Por favor, no llores más. Ha muerto tranquilo y en paz. Por favor... ¿Nerea?
En verdad Sergio tenía una sonrisa en su cara. La chica miró la cara de su padre y luego miró a Arcas. Se secó las lágrimas y le dijo:
- ¿Quién eres?¿qué hacías con mi padre?
Arcas le contó que a veces ingresaban en el hospital a alguna persona moribunda y que, por diversas razones, no conseguían dar con ningún familiar o conocido, y le llamaban a él para acompañarles en sus últimos momentos.
Estuvieron hablando durante horas. Hablaron de Sergio y hablaron de Arcas. Cada vez que intentaban hablar de ella, cambiaba de tema con alguna sonrisa o algún gesto puramente femenino que desarmaba a Arcas y le hacía caminar hacia donde ella quería.
Así, y con algún toque de Vehuiah y Yeiayel, que estaban de acuerdo en que los dos humanos estrecharan sus lazos, lo que comenzó siendo una cita extraña, terminó siendo una relación amorosa.
El doctor Samuel estaba asombrado. Nerea llevaba varios meses sin hacer el mal. No hacía el bien, pero, al menos, no había destruido ninguna vida más. No tenía claro si el nuevo elemento, al que había llamado macho Alfa, había ejercido un cambio conductual o si simplemente todo era parte de un plan meticuloso y paciente por parte de Nerea.
Samuel apuntó:
“El macho Alfa parece ejercer un efecto sedante y relajante sobre el Humano 702.8, que ha dejado de lado su naturaleza destructiva”.
Vehuiah empezaba a frotarse las manos. Se sentía ganador.
- Yeiayel, ve preparándote. Vas a ser mi segundón de por vida, ja,ja,ja - Vehuiah se metía con el otro dios.
- Tiempo al tiempo, compañero. Tiempo al tiempo.
Arcas había empezado a levantarse cada día un poco más tarde. Dormir junto a Nerea era tan delicioso, le producía tanto placer abrazarla y sentirla tan cálida junto a él, que cada día le costaba un poco más separarse de ella. Las citas ya no le parecían tan importantes. Su agenda empezaba a tener muchos agujeros
·               A las 12:00, ir al orfanato a ver a no sé quién para algo de libros.
·               A las 15:00, ir al comedor a ayudar a recoger... si me da tiempo.
·               A las 20:00, ir a la farmacia a por unos medicamentos que nos ha donado Vicente
Todos los huecos eran perfectamente taponados por Nerea. Ella era ahora su mundo. La web comenzó a no generar casi ingresos. Se le olvidaba dar las gracias a unos y a otros podía llegar a dárselas 4 o 5 veces y, normalmente, para cuando pedía la subvención de la fundación correspondiente, la fecha límite ya había pasado. Pero, no le importaba... nada importaba mientras tuviera a Nerea al lado.
El doctor Samuel apuntó:
“El Humano 702.8 parece defectuoso. Si continua así durante dos etapas más, sería recomendable traerla al laboratorio para hacerle análisis y una serie de test de Humphis para comprobar su estado.”
Yeiayel le comentaba a Vehuiah:
- Pues no lo tengo nada claro. Parece que empieza a equilibrarse la balanza de nuevo. Arcas abandona su lado blanco poco a poco.
- Na, esto será una etapa. Está enamorado el chico. En cuanto pase el enamoramiento volverá a su verdadera naturaleza.
Pero, Vehuiah comenzaba a preocuparse. Algo raro estaba cociéndose en todo esto. Nerea era demasiado opaca. No conseguía ver en su interior, cosa que le resultaba muy curiosa, porque él era el llamado “Dios elevado y exaltado por encima de todas las cosas”. Por encima de todas las cosas significaba que no podía equivocarse y aquí, algo no le cuadraba.
Pasó el tiempo y Arcas entró a trabajar en un banco. Su trabajo consistía en dar malas noticias a la gente. A veces, tenía que negarles la concesión de una hipoteca, a veces tenía que notificarles el embargo de su casa, a veces tenía que decirles que tenían la cuenta en números rojos y que si no pagaban ese mes, tendrían una multa. Hacía tiempo que su felicidad se había evaporado y con ella se habían ido su esperanza y su positivismo. Se había convertido en una especie de zombi aletargado, con una única razón para vivir... Nerea.
Fue terriblemente fácil para Nerea consumar su último acto. Su naturaleza así lo dictaba. Una hora antes de que Arcas llegara a casa, llenó hasta la mitad la bañera con agua tibia y echó los pétalos rojos de 12 rosas. Apagó la luz y encendió 10 pequeñas velas que daban un ambiente totalmente apacible al baño. Se desnudó, cogió la cuchilla de afeitar de Arcas y se metió en la bañera. Una sonrisa se dibujó en su cara mientras se hacía un corte (que le pareció precioso) en cada una de las muñecas. Sumergió los brazos en el agua y se dedicó a pensar y regodearse en la escena que contemplaría Arcas al llegar a casa.
Cuando Arcas llegó a casa y descubrió el cuerpo de Nerea en la bañera, sintió que los pulmones no le daban de sí. No querían funcionar... le faltó el aire... un fuerte dolor comenzó en su pecho y se fue irradiando hacia los brazos y los hombres. Cayó al suelo y fue arrastrándose con un brazo mientras con el otro se apretaba en el esternón hasta llegar a la bañera. Consiguió alzarse hasta ver la cara de Nerea... lo último que vio fue la su mirada... Nerea abrió los ojos unos segundos para verle boquear y comenzó a reírse horriblemente hasta terminar jadeando en un orgasmo, mientras el alma se le escapaba entre los labios a los dos.
------ o ------

Zeus sigue buscando amantes a escondidas de su mujer Hera y creyéndose el dueño del mundo.
Hera deja que su marido eche alguna canilla al aire de vez en cuando y, luego, idea torturas horribles para sus amiguitas.
Calisto llora por su triste destino en el cielo convertida en Osa Mayor tras su muerte.
Samuel hizo un último apunte sobre Nerea antes de continuar con sus investigaciones sobre el ser humano:
“El Humano 702.8 es perfecto. Ha dado positivo a la prueba de carga. Ha elegido la autodestrucción a cambio de la autosatisfacción. Con el número adecuado de ejemplares podríamos romper el equilibrio del planeta Tierra limpiamente”.
En algún lugar del universo, Yeiayel comienza todas las partidas de dominó y, hasta ha conseguido ganar alguna. Vehuiah sigue creando tramas para su divertimento en todas las dimensiones de las que es creador.

viernes, 15 de marzo de 2013

EL CALLEJÓN (2)

El CALLEJÓN 
Jesús Martí
http://www.elterrortieneforma.com

No dejo de sorprenderme del cine que se hace, o se intenta hacer, en este país, un país sin una estructura cinematográfica adecuada en cuanto a educación y aprendizaje que asegure buenos profesionales de futuro, con productoras aquejadas de mil dolores (algunos figurados, otros bien reales) demasiado ocupada en mirarse su propio ombligo, con unos premios que en el mejor de los casos son un reparto de hipocresía y gestos vacios entre la gente del gremio, con una continua persecución hacia los autores noveles que quieran moverse entre los siempre resbaladizos caminos de la independencia y el bajo presupuesto (ya se sabe, el bajo presupuesto no interesa) y podría seguir... pero no tengo tiempo (esto se merece más que un artículo, un libro bien gordo) y tampoco viene al caso, pues hoy nuestro tiempo está ocupado por una película rodada en el año 2011 titulada 'El Callejón', que fue dirigida por el crítico y guionista Antonio Trashorras, y que supuso su debut en el largometraje.
Pero antes de meternos en profundidad en la obra es conveniente adelantar una pequeña sinopsis: durante una noche invernal, Rosa se ve obligada a hacer la colada en una lavandería de autoservicio situada en un callejón. La chica conoce en el establecimiento a un joven que en un principio es agradable y amable, sin embargo pronto descubre que detrás de esa fachada se esconde un asesino en serie. Rosa se ven atrapada en un juego del gato y el ratón, donde el premio gordo es salvar su vida.  
El film bebe de múltiples influencias y referencias: Jesús Franco, Argento, De Palma, Lynch e incluso el pesado de Almodovar, entre otros muchos, asoman entre medio del metraje, por supuesto estos nombres también conjugan diferentes géneros con lo que los pequeños trazos de Slasher, Giallo, rollo sobrenatural, thriller atmosférico, vampirismo, un numerito musical ye-ye ultra repelente y todo lo que ustedes quieran pensar tiene cabida, fundiéndose entre sí a lo largo de la película; ¿esto es malo?, pues en un principio no, cientos son los directores que se han dedicado a explorar territorios ajenos, consiguiendo crear con el tiempo su particular y personal sello de identidad; entonces ¿cuál es el problema con esta película?, pues ni más ni menos que la brutal indigestión que provocan todas esas influencias en los breves (aunque tuve la sensación de que de breve nada) 75 minutos de duración. Y cuando digo indigestión es indigestión, pues esa sensación se destila de la torpeza con que se maneja semejante coctel, regalando un resultado poco estimulante y por momentos difuso, pretencioso o simplemente aburrido.
Vamos por partes: tenemos una trama argumental muy simple tanto en los personajes (dos principales, tres secundarios) como en las situaciones, tenemos un espacio reducido donde se desarrolla la acción, tenemos una fotografía e iluminación onírica a la par que fría (mucho neón y tubo fluorescente), tenemos un par de giros al vacío sin red ni excusa y por último tenemos una parte final que pretende sorprender y epatar. Todos ellos son elementos bien intencionados, pero una cosa son las intenciones y otra muy distinta el resultado, personalmente a mí me parece más un mal viaje de LSD que un 'tour de force' (creo que eso es lo que tenía en la cabeza el director) de imágenes y referencias culturales. 
La película pretende ser una obra inquietante, opresiva, terrorífica, con algo de sangre (más bien poca) y con final sorpresa, yo creo que no cumple con ninguna de sus pretensiones; lo inquietante y opresivo se tiene que trabajar, no basta con poner musiquilla de mal rollo y hacer planos lentos en un callejón mal iluminado (o bien iluminado técnicamente hablando, vamos); el terror debe destilarse de lo anterior buscando más aristas donde el mal rollo pueda agarrarse, enquistarse para finalmente explotar, el terror no surge si antes no hay miedo y, la verdad, miedo la película y la situación mostrada no da de ninguna manera, y por último el final sorpresivo, primero: debe ser eso, sorpresivo, segundo: debe ser consecuente y estar a la altura de lo narrado anteriormente, dando la impresión, en esta obra, de que el último cuarto de hora es un recurso para cerrar un círculo que no sabían cerrar de otra manera, o bien les apetecía una ida de olla lisérgica, pensándolo bien podría ser eso perfectamente.
En definitiva una historia típica (aunque pretendan lo contrario) condimentada con un desarrollo nefasto y un ritmo soporífero, lastres demasiado grandes como para pasar de puntillas sobre ellos.
El Callejón tiene un acabado técnico muy competente, tanto la fotografía como la iluminación cumplen sobradamente; respecto a los actores poco a decir, Ana de Armas esta justita (no se que le vieron a esta actriz hace un par de años) al igual que el resto del reparto, que no pasan del aprobado benevolente.
Es obvio que Trashorras sabe mucho de cine y que sus preferencias son amplias y variadas, también es verdad que este 'Callejón' es su opera prima con lo cual puede haberse visto superado por el ansia de enseñar todo lo que llevaba dentro, pero desgraciadamente estas afirmaciones no me bastan para ocultar mi más absoluta decepción, creo que el cine fantástico, sobre todo en nuestro país, puede y debe articular discursos más originales e impactantes, dejando de bañarse en tantos referentes estereotipados, mil veces usados y verdaderamente molestos, y buscando su 'norte' en zonas más oscuras e inquietantes.
En fin amigos/as, otra oportunidad desaprovechada, y creedme si os digo que me sabe muy, pero que muy mal, todo lo escrito, pero así lo sentí.