Jesús Martí
http://elterrortieneforma.com/
La película que hoy toca comentar es, básicamente, como un grano
en el trasero que, dependiendo de la posición en que te sientas, molesta más o
menos. Somos la Noche (Wir sind die nacht, 2010) es una producción
alemana con un presupuesto de 6.500.000 de euros dirigida por Dennis Gansel
responsable de una obra de culto titulada La ola (Die Welle, 2008).
El film retoma la figura del vampiro (en este caso vampiresas)
más clásico, es decir, no se reflejan en los espejos, colmillos bien marcados, sed
de sangre, desprecio hacia la vida humana y otros tantos tics ya habituales en
este género. No obstante las vampiras que aquí se muestran no se esconden en
polvorientas mansiones ni buscan sus presas al amparo de oscuros callejones,
son mujeres que explotan su belleza, viven el día a día (bueno más bien la
noche) en toda su plenitud: fiestas salvajes en locales de moda, drogas, sexo,
lujo...en fin una adaptación de un polvoriento pasado a los tiempos actuales. A
priori esta visión del mundo vampírico, los vampiros en el cine (en los últimos
años) son demasiado sensibles y están inexplicablemente acomplejados de su
condición, sería un buen punto de partida, pero las buenas intenciones no bastan
para desarrollar un buen film.
Vayamos por partes; tenemos un buen ritmo (vertiginoso en
algunos momentos) que cuadra a la perfección con el modo de vida de las
protagonistas, nos encontramos con un buen trabajo técnico con algunos planos
interesantes, el acabado visual es notable, y las actrices no molestan (tampoco
asombran, que conste); ¿qué falla entonces?, pues varios elementos que son los
responsables de que la estructura de una película no quede en un cascarón vacío
e intrascendente. Por un lado tenemos un guión flojo, por consiguiente muchas
de las situaciones y diálogos presentados son inocentes y faltos de
profundidad, limitándose a arañar la superficie de un submundo, por otra parte,
interesante. Esta inconsistencia en los personajes y sus motivaciones, socaba
continuamente la pretendida seriedad de la película, llegando por momentos a
sonrojar y molestar por la inocencia de sus planteamientos; ejemplos de lo
anteriormente escrito hay bastantes a lo largo de la obra, pero solo mencionaré
las incongruencias que muestran las protagonistas; son seres con muchos años a
sus espaldas (con lo cual se desprende que deben tener mucha experiencia
asimilada), pero sus reacciones y maneras de actuar recuerdan más a una
pandilla de adolescentes que están descubriendo los placeres de la no vida. Esta
constante, digamos, inconsciencia planteada por el guionista / director y
explotada hasta la saciedad a lo largo del metraje, no hace más que hundir poco
a poco toda la película y llevar, por momentos, al espectador a la total indiferencia
respecto a lo que pueda pasarles a las protagonistas.
Por otro lado, la gran cantidad de géneros y subgéneros
utilizados en Somos la noche, no acaba de funcionar, tenemos toques de
acción, terror, gore, thriller, drama y, para acabarlo de adobar, romance; todos
ellos bien revueltos pero nada conjuntados, y que derivan en una total falta de
acabado narrativo; por supuesto esta indefinición en el estilo también desvela
no pocas influencias a las que se pretende homenajear. Tenemos detalles
melancólicos y dramáticos en la onda de El Ansia (The Hunger, 1983),
tenemos una representación de la violencia emparentada con la vista en Los
viajeros de la noche (Near Dark, 1987), hay detalles de Entrevista con
el Vampiro (Interview with the Vampire, 1994) y también se nos regala algo
de rollo gótico y sombrío (escojan ustedes la película que prefieran). Todos
estos elementos (más bien momentos concretos) picoteados de aquí y allá, no
ayudan nada a crear una personalidad propia, llevando al film a una deriva de
intenciones que parece o recuerda un 'grandes éxitos vampíricos' al uso.
Por si fuera poco, el pretendido discurso feminista subraya por
su inconsistencia la paternidad masculina del mismo, estoy seguro que ninguna
mujer aplicaría y/o apreciaría las sandeces de las que hacen gala las chicas
vampiras del film, todas ellas con diferentes traumas y todas ellas
solucionando esos traumas con una ligereza que entra de lleno en los
estereotipos más marcados, recurrentes y... aburridos.
La falta de frescura, la incoherencia de su guión, su fallido
intento de modernidad, la poca entidad de las protagonista, la tibieza en sus intenciones
y su pretenciosidad sin límites solo nos llevan a una conclusión: Somos la
noche puede visionarse pero poco o nada recordaremos una vez finalizada;
quizás sea esta su virtud: no dejar huella, pues su intrínseca intrascendencia
puede que para algunos aficionados sea un valor a tener en cuenta.
El discurso feminista tiene mucho sentido si eres chica, por lo que veo seguro eres chico y por eso no puedes comprender, o muy pocos alcanzan esa comprension por una razon u otra.
ResponderEliminarPD A mi si me gusto la peli n.n
ResponderEliminarTambien me gusto y mucho. Qe quieren con ese presupuesto. Espero con ansias la 2 parte.
ResponderEliminarTambien me gusto y mucho. Qe quieren con ese presupuesto. Espero con ansias la 2 parte.
ResponderEliminarhabrá parte dos?????????????
ResponderEliminarYo tambien quiero la segunda parte
ResponderEliminarLa he visto y es muy entretenida. Las mujeres al poder. Si vas al cine no tienes que ser muy meticuloso. Hay que disfrutar de las historias que te cuentan y dejarte llevar.
ResponderEliminar¿Harán segunda parte?
El ser humano inteligente y pacifico sea hombre o mujer al poder y encuanto a la película entretenida pero no la recordarás una vez terminada
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