miércoles, 17 de abril de 2013

SOMOS LA NOCHE (2)

SOMOS LA NOCHE 
Jesús Martí 
http://elterrortieneforma.com/

La película que hoy toca comentar es, básicamente, como un grano en el trasero que, dependiendo de la posición en que te sientas, molesta más o menos. Somos la Noche (Wir sind die nacht, 2010) es una producción alemana con un presupuesto de 6.500.000 de euros dirigida por Dennis Gansel responsable de una obra de culto titulada La ola (Die Welle, 2008).
El film retoma la figura del vampiro (en este caso vampiresas) más clásico, es decir, no se reflejan en los espejos, colmillos bien marcados, sed de sangre, desprecio hacia la vida humana y otros tantos tics ya habituales en este género. No obstante las vampiras que aquí se muestran no se esconden en polvorientas mansiones ni buscan sus presas al amparo de oscuros callejones, son mujeres que explotan su belleza, viven el día a día (bueno más bien la noche) en toda su plenitud: fiestas salvajes en locales de moda, drogas, sexo, lujo...en fin una adaptación de un polvoriento pasado a los tiempos actuales. A priori esta visión del mundo vampírico, los vampiros en el cine (en los últimos años) son demasiado sensibles y están inexplicablemente acomplejados de su condición, sería un buen punto de partida, pero las buenas intenciones no bastan para desarrollar un buen film.
Vayamos por partes; tenemos un buen ritmo (vertiginoso en algunos momentos) que cuadra a la perfección con el modo de vida de las protagonistas, nos encontramos con un buen trabajo técnico con algunos planos interesantes, el acabado visual es notable, y las actrices no molestan (tampoco asombran, que conste); ¿qué falla entonces?, pues varios elementos que son los responsables de que la estructura de una película no quede en un cascarón vacío e intrascendente. Por un lado tenemos un guión flojo, por consiguiente muchas de las situaciones y diálogos presentados son inocentes y faltos de profundidad, limitándose a arañar la superficie de un submundo, por otra parte, interesante. Esta inconsistencia en los personajes y sus motivaciones, socaba continuamente la pretendida seriedad de la película, llegando por momentos a sonrojar y molestar por la inocencia de sus planteamientos; ejemplos de lo anteriormente escrito hay bastantes a lo largo de la obra, pero solo mencionaré las incongruencias que muestran las protagonistas; son seres con muchos años a sus espaldas (con lo cual se desprende que deben tener mucha experiencia asimilada), pero sus reacciones y maneras de actuar recuerdan más a una pandilla de adolescentes que están descubriendo los placeres de la no vida. Esta constante, digamos, inconsciencia planteada por el guionista / director y explotada hasta la saciedad a lo largo del metraje, no hace más que hundir poco a poco toda la película y llevar, por momentos, al espectador a la total indiferencia respecto a lo que pueda pasarles a las protagonistas.
Por otro lado, la gran cantidad de géneros y subgéneros utilizados en Somos la noche, no acaba de funcionar, tenemos toques de acción, terror, gore, thriller, drama y, para acabarlo de adobar, romance; todos ellos bien revueltos pero nada conjuntados, y que derivan en una total falta de acabado narrativo; por supuesto esta indefinición en el estilo también desvela no pocas influencias a las que se pretende homenajear. Tenemos detalles melancólicos y dramáticos en la onda de El Ansia (The Hunger, 1983), tenemos una representación de la violencia emparentada con la vista en Los viajeros de la noche (Near Dark, 1987), hay detalles de Entrevista con el Vampiro (Interview with the Vampire, 1994) y también se nos regala algo de rollo gótico y sombrío (escojan ustedes la película que prefieran). Todos estos elementos (más bien momentos concretos) picoteados de aquí y allá, no ayudan nada a crear una personalidad propia, llevando al film a una deriva de intenciones que parece o recuerda un 'grandes éxitos vampíricos' al uso.
Por si fuera poco, el pretendido discurso feminista subraya por su inconsistencia la paternidad masculina del mismo, estoy seguro que ninguna mujer aplicaría y/o apreciaría las sandeces de las que hacen gala las chicas vampiras del film, todas ellas con diferentes traumas y todas ellas solucionando esos traumas con una ligereza que entra de lleno en los estereotipos más marcados, recurrentes y... aburridos.
La falta de frescura, la incoherencia de su guión, su fallido intento de modernidad, la poca entidad de las protagonista, la tibieza en sus intenciones y su pretenciosidad sin límites solo nos llevan a una conclusión: Somos la noche puede visionarse pero poco o nada recordaremos una vez finalizada; quizás sea esta su virtud: no dejar huella, pues su intrínseca intrascendencia puede que para algunos aficionados sea un valor a tener en cuenta.

                

8 comentarios:

  1. El discurso feminista tiene mucho sentido si eres chica, por lo que veo seguro eres chico y por eso no puedes comprender, o muy pocos alcanzan esa comprension por una razon u otra.

    ResponderEliminar
  2. Tambien me gusto y mucho. Qe quieren con ese presupuesto. Espero con ansias la 2 parte.

    ResponderEliminar
  3. Tambien me gusto y mucho. Qe quieren con ese presupuesto. Espero con ansias la 2 parte.

    ResponderEliminar
  4. Yo tambien quiero la segunda parte


    ResponderEliminar
  5. La he visto y es muy entretenida. Las mujeres al poder. Si vas al cine no tienes que ser muy meticuloso. Hay que disfrutar de las historias que te cuentan y dejarte llevar.
    ¿Harán segunda parte?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El ser humano inteligente y pacifico sea hombre o mujer al poder y encuanto a la película entretenida pero no la recordarás una vez terminada

      Eliminar